¿Te has planteado alguna vez la importancia de la grifería en cuanto a la calidad del agua?

En Schell garantizamos instalaciones innovadoras que respetan los estándares de higiene y ahorro en casas y edificios públicos.

Como sabes y has visto durante toda tu vida, hay miles de tipos, por lo que se hace complicado, teniendo poco conocimiento del tema, elegir cuál es el mejor según la situación y la necesidad de la casa y sus elementos.

Es habitual, sobre todo en zonas donde el agua tiene un prestigio por su calidad y potabilidad, pensar que beber y consumir de cualquier grifo es igual de bueno y beneficioso. Pero esto no es así, porque la tecnología avanza también en cuanto a sistemas de circulación y de griferías para conseguir este objetivo de calidad total.

Una de las medidas que consigue Schell es la de la renovación, evitando el estancamiento por el desuso de los grifos, sobre todo en grandes edificios públicos donde hay poco uso de algunos de los muchos lavabos que hay en los baños, o en zonas de la casa donde la actividad sea mucho menor (o por unas largas vacaciones).

Muchos microorganismos pueden llegar a posarse en las aguas que llevan listas para salir al exterior mucho tiempo entrando en sentido inverso, es decir, por los grifos. Por ello, las descargas periódicas son necesarias para evitar el llamado “tumbling”, que hace que la calidad decrezca considerablemente.

Nuestras instalaciones consiguen esta automatización, acorde con los niveles de calidad de LEED y WELL, centrados en el ahorro de recursos energéticos, mayormente en lo referente a este líquido escaso e imprescindible.

Factores que afectan a la pureza

Aparte del conocido tumbling, hay más aspectos que varían las características y propiedades. La temperatura es uno de ellos, ya que los gérmenes se prodigan más a temperaturas calientes, como la del ser humano (unos 36º), así que hay que evitar superar los 25º en agua fría y los 55º en caliente. Sobre todo en la estancada, la probabilidad de flotación de bacterias será mayor, como la legionela o las pseudomonas.

Para evitar la legionelosis y sus consecuencias, existe el compromiso de garantizar un sistema de circulación y gestión, siendo imprescindibles para mantener una temperatura adecuada y un movimiento constante que prevenga de estos organismos.

Cómo ahorrar y conseguir la calidad

Las griferías tienen mucho que ver en este objetivo. Unas descargas automáticas y materiales perfectos para el consumo y distribución, además de facilidad en la limpieza, reducen el riesgo en un porcentaje altísimo.

Además, la renovación de antiguas cisternas y grifos por fluxores modernos de descarga, que no utilizan más cantidad de agua que las cisternas, siendo algunos mucho más silenciosos y ahorradores que sus hermanos antiguos.

Es decir, dar por hecho la pureza de este recurso básico es normal, pero hay que tener en cuenta que todo puede mejorar con las construcciones correctas, tanto en un espacio privado como en un edificio público.